domingo, 14 de junio de 2009

Desarrollo del discurso narrativo en niños

El discurso es “una unidad de naturaleza semántico-pragmática por excelencia. Un discurso es un conjunto coherente de oraciones con un significado global y emitido con una determinada finalidad en una situación particular” (Coloma, González, Palma, Pavez y Reinoso, 1999, p.19) que requiere de habilidades que van más allá de sólo formar oraciones. El desarrollo discursivo más estudiado en niños son del tipo narrativo, ya que “requiere organizar la experiencia vivida” (Coloma, et als., 1999, p.19), es decir, se presenta cotidianamente principalmente en momentos de contar anécdotas, donde los niños la estructuran sin la intervención de terceros.

El desarrollo del discurso narrativo se da en forma progresiva y secuencial y es “un puente entre el lenguaje oral y el escrito” (Paul, R. y Smith, R., 1993, citado en Coloma, et als., 1999, p.19), Para contar un cuento los niños deben: manejar aspectos formales del discurso narrativo, tales como la presentación, subdividido en marco y presentación del problema; desarrollo mediante episodios y un final (Muth, D., 1991, citado en Coloma, et als., 1999, p.20). Además deben organizar coherentemente los contenidos de la narración. El desarrollo de ambos aspectos se da en distintas etapas (Liles, B., 1993, citado en Coloma, et als., 1999, p.20. El primer estadio es conocido como de aglutinación o enumeración, y es donde los niños nombran y describen sin tema central. El segundo estadio es el de secuencias, presentado aproximadamente a los 3 años, en que el niño nombra y describe en torno a un tema central con uso de un elemento estructural, el problema a partir del cual se genera la narración. Existe un tercer estadio, llamado narración primitiva, observada en niños de aproximadamente 4 años y caracterizada por presentar 3 categorías formales: presentación, problema y casualmente ubicación espacio- temporal. A los 5 años se da el cuarto estadio que corresponde a narraciones con episodios, las que se estructuran con una presentación, episodios incompletos y final abrupto. Finalmente se encuentra el quinto estadio a los 6 años aproximadamente, denominado narración verdadera, la que cuenta con un final que da una resolución al problema.

“…el número de episodios, la complejidad de ellos y la cantidad de episodios completos se incrementa hasta los 16 años” (Liles, B., 1993, citado en Coloma, et als., 1999, p.21)

Dentro del desarrollo narrativo se requieren ciertas habilidades cognitivas y lingüísticas que permitan su correcta estructuración, estas son: coherencia, organizado en base a un tema principal presente en cada oración; habilidad para secuenciar eventos; descontextualizar, “… la narración exige desplazarse del "aquí" y "ahora", al "ahí" y "entonces” (Bates, E. y MacWhinney B., 1979; Liles, B., 1993, citado en Coloma, et als., 1999, p.19). Por último manejar relaciones causa- efectos, ya que son las más significativas del discurso narrativo; estas son de cuatro tipos: Causalidad resultante, la que se da cuando una acción desencadena cambios en el estado físico. Causalidad de iniciación, donde una acción o estado físico genera un cambio en el estado mental. Causalidad capacitante, cuando nuevos estados físicos provocan o impiden acciones. En último lugar se encuentra la Causalidad de motivación, que se presenta cuando estados mentales provocan acciones. “Se entendió por "acción" a las acciones de los personajes; por estados físicos a las características de los sujetos y lugares; y por estado mental a las emociones, intenciones, conocimientos y disposiciones…” (Coloma, et als., 1999, p.24)

Para un correcto desarrollo narrativo los niños no deben presentar problemas en el desarrollo lingüístico a causa de retardo mental, déficit sensorial, alteración en los órganos fono-articulatorios, cuadros psicóticos ni daño neurológico. Sin embargo, se ha visto que el desarrollo lingüístico, el cual afecta directamente el discurso narrativo, se encuentra alterado en algunos niños sin que se asocie esta condición a alguna de las patologías antes mencionadas, tal situación es la descrita por el Trastorno específico del lenguaje, también conocido como TEL.

Un estudio realizado por Académicos de la unidad Lingüística Aplicada y Ayudantes alumnas de la Escuela de Fonoaudiología, de la Universidad de Chile, publicado en el año 1999, da cuenta de las diferencias en el nivel discursivo entre niños con un normal desarrollo y niños con TEL.

La observación se realizo a dos grupos, uno control con 16 niños de edad promedio 5 años y sin problema de desarrollo de lenguaje y otro grupo de estudio integrado por 20 niños con TEL moderado, con edad promedio de 5 años. El estudio se basó, en el relato de 3 cuentos con una variación progresiva en el número de episodios por parte de una evaluadora a los menores, en forma oral, individual y sin apoyo gráfico, posteriormente a esto, se continuaba con un recontado de los cuentos efectuado por los menores.

El análisis de los resultados obtenidos se sustentó en dos aspectos: comparación de la superestructura del discurso narrativo y comparación de la coherencia causal. De este análisis se obtuvo que los niños con TEL presentan déficit relacionados con la presentación, principalmente en los componentes del marco (personaje principal, acciones, obstáculos y resultados) y el desarrollo de la narración. Además con respecto a la coherencia tienen problemas en todos los tipos de las relaciones de coherencia causal.

Es importante mencionar que los niños del grupo control nunca omitieron la presentación del personaje principal y casualmente a los personajes secundarios, este aspecto es una de las diferencias más importantes con respecto al grupo de niños con TEL, puesto que estos últimos tienden “…a estructurar el relato en torno a la acción (donde incluso se omiten los personajes” (Coloma, et als., 1999, p.30) lo que se debe a problemas internas del discurso, más que a influencias contextuales (Liles, B., 1993, citado en Coloma, et als., 1999, p.29) y es por esto precisamente que en el análisis se llegó a concluir que los niños con TEL tienen habilidades narrativas que se asemejan a niños de menor edad sin trastorno del lenguaje.

“Es conocido que los problemas del discurso narrativo en niños pre-escolares pueden incidir en el futuro aprendizaje de la lecto-escritura” (Bishop, D. y Edmunson, A., 1987, citado en Coloma, et als., 1999, p.30) lo que indica que entender a cabalidad el desarrollo del discurso narrativo es la base fundamental para pesquisar alteraciones tempranas en éste, para así tratarlas a tiempo e impedir problemas futuros.

Referencia

- Revista Chilena de Fonoaudiología (1999). Chile: El discurso narrativo en niños con trastorno específico del lenguaje, vol. 1, n2, 17-32.

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