domingo, 14 de junio de 2009

DESARROLLO DEL SISTEMA MORFOSINTÁCTICO DE NIÑOS MENORES DE 3 AÑOS

Semantaxis, presentada entre los 2 y 3 años de edad es el acceso a la asociación de dos o más palabras (Menyuk, 1988, citado en Chevrie-Muller, C. & Narbona, J. 2003, p. 36) y la organización de éstas según la función da cuenta de la relación semántico-sintáctica. A pesar de no existir una respuesta satisfactoria respecto a la adquisición de esta relación, autores como Braine, (1963, 1971, 1976), señalan que los niños van guardando un registro de las palabras escuchadas del lenguaje adulto, atribuyéndole una posición fija en la emisión, principio llamado de generalización contextual, donde el niño marca la posición de las palabras escuchadas y al enunciarlas usa fórmulas en el mismo lugar o contexto.

La aparición de frase gramatical es crucial en el desarrollo del lenguaje, puesto que “le van a permitir al niño perfeccionar sus conocimientos lingüísticos, construir y comprender enunciados fuera de las situaciones actuales” (Chevrie-Muller, C. & Narbona, J. 2003, p. 36) siendo clave en ello: la entonación, puesto que ayuda sintácticamente a distinguir distintos tipos de enunciados como declarativos, de pregunta, etc.; sobregeneralización, observada en los errores que los niños presentan, es decir, se producen omisiones y transformaciones morfológicas al aplicar reglas a elementos inapropiados, por ejemplo, al aplicar sufijo “ido” en verbos con forma de participio irregular, como “ha ponido”, en lugar de “ha puesto”. También puede pasar que los niños asignen reglas excepcionales a estructuras lingüísticas regulares, tal es el caso de “dició” en lugar de “dijo”. Flexiones, también denominada desinencias, se refieren a las variaciones que se añaden a las raíces de las palabras en determinadas situaciones según la ubicación de estas en la frase y además es muy importante el orden de las palabras, porque determina el sentido de la frase, respecto a esto, los enunciados en español tienen una organización básica que consiste en el modelo "sujeto-verbo-complemento de objeto", lo que es muy fácil para el niño. Finalmente el uso de nexos, característica presentada más tardíamente en el desarrollo.

Es importante destacar que “Parece que no existen unas lenguas más difíciles que otras, en cuanto a su aprendizaje por parte del niño; la adquisición del lenguaje parece relativamente fácil para todos los niños del mundo entre los 2 y 2,6 años” (Chevrie-Muller, C. et al., J. 2003, p. 36).

Según (Juarez, A. & Manfort, M., 1995, p.59), el desarrollo morfosintáctico de niños entre 12 y 36 meses, se puede dividir en el aspecto expresivo y comprensivo.

A su vez desarrollo expresivo, se subdivide en 4 etapas, siendo la primera, entre los 12 y 24 meses, caracterizada por el uso de frases holofrásticas, las que están formadas por una sola palabra, que frecuentemente es un sustantivo con un amplio contenido. En la segunda etapa, entre 21 y 24 meses, aparecen las primeras combinaciones de 2 o 3 palabras, aquí no existen flexiones, ni uso de nexos ni correcto orden de "sustantivo-verbo-complemento". Recurriéndose principalmente a frases que expresan deseos y emociones y rara vez se refieren a personas u objetos. El tercer estadío se da a los 30 meses, donde el niño es capaz de generar enunciados de 3 o 4 palabras, aparecen, el artículo indefinido, algunos pronombres personales (yo, mí, tú, ti) las primeras preposiciones (a, en, para, de) y se presenta algunas flexiones en la desinencia de los verbos, sin embargo aparece un uso rígido de plurales y singulares para la misma palabra. El último estadio existente entre el primer y tercer año de vida, se manifiesta a los 36 meses, donde hay presencia de artículos definidos, un mejor manejo del plural-singular y de los tiempos verbales, también el niño es capaz de emplear la fórmula de futuro, empleo de relativos e interrogativos, aparecen nuevas preposiciones (por, con), pronombres (él, ella, ellos, ellas, nosotros) y los primeros nexos entre enunciados simples (y, o).

En el aspecto de la comprensión, los niños entre 1 y 3 años adquieren 2 tipos de estrategias utilizadas de acuerdo a la situación. La primera es la estrategia pragmática, basada en el contenido lexical y su combinación más posible, donde se toman algunas palabras y se relacionan de la manera más lógica posible. Tal es el caso de la frase "la cerilla ha sido rota por el niño", la que puede ser comprendida por niños muy pequeños al combinar "cerilla-niño-roto", lo que sólo tiene una forma de interpretación. La segunda estrategia es la posicional, desarrollada entre 3 y 6 años, donde los niños consideran la estructura clásica de "agente-acción-paciente".

Todo este desarrollo contribuye a lograr un orden progresivo en la relación adecuada según la función de las palabras y la adquisición clásica de la estructura de la frase de su lengua materna.

REFERENCIAS

- Chevrie-Muller, C. & Narbona, J. (2003). El lenguaje del niño. Desarrollo normal, evaluación y trastornos. Barcelona: editorial Masson.

- Juarez, A. & Manfort, M. (1995). El niño que habla. Madrid: Editorial CEPE.